Eso me decía mi madre de pequeña cuando, generalmente por no tener nada mejor que hacer, o ser precisamente lo que más me apetecía, me ponía a sacar trastes y ocupaba la mesa con pinturas, pegamento, tijeras,... y hala, a ver que salía de todo aquello.
Pues imagino que como reflejo de esa actitud de mi época infantil (que a veces pienso que no he superado) se me ocurrió ponerme a dibujar viñetas.
Conociéndome posiblemente se trate de un pasatiempo pasajero hasta que encuentre otro entretenimiento creativo,... o tal vez no.

El caso, que he decidido probar a ver, y recabar opiniones constructivas al respecto, así que ¿quién dijo miedo?