
Por una razón o por otra tendemos a cargarnos de tareas, el problema es saber cuando parar, cuando empezar a decir "no puedo con más cosas". Pero si todas esas cosas las hacemos porque nos gustan o porque nos hace falta resulta más complicado ver cual de ellas es prescindible (o puede que ninguna lo sea) y se corre el riesgo de estar arrastrándose entre una tarea y otra sin estar al 100 %.
¿Será que hoy estoy especialmente cansada? :P